Entre el cielo y el infierno, las brumas del deseo.
Estoy perdida. No se si en el cielo o en el infierno. Solo hay brumas. Solo veo niebla, no hay nada ni nadie.
Una vez escuché a un sabio hablar de corazones rotos. Decía saber sobre el odio: ambicioso, inmoral y destructivo. Decía saber del amor, la poesia de la vida: bello, traicionero y vulnerable. En sí magnífico. Sentimientos dispares, pero al mismo tiempo unidos. Los dos únicos sentimientos capaces de mover el cielo y el infierno por alguien.